octubre 19, 2010

CAMINANDO

BUSCANDO UN CAMINO
Encontrar la felicidad es uno de los anhelos del ser humano. Bajo éste ideal el hombre se envuelve en situaciones, la gran mayoría de veces, adversas a su propósito, pero siempre, si estamos dispuestos a crecer como personas, se convierten en oportunidades para adquirir experiencia ante las dificultades del diario vivir. Es este camino el que moldea el caracter del hombre. Cuando no somos capaces de entenderlo así, sufrimos por que consideramos que se ha fracasado en la lucha, nos fijamos más en el fracaso que en las causas del porqué no se alcanzó el resultado esperado y cómo debemos mejorar para el próximo intento. La felicidad no es algo a lo cual se llega un día, es un camino que hay que recorrer, con valentía, mente abierta al cambio, espíritu dispuesto a intentarlo las veces que sea necesario. Vivir los momentos de victoria es agradable pero lo es mucho más saber que fuimos capaces de lograrlo y que podemos seguir logrando muchas más victorias. Recuerden que con Cristo Jesús, somos más que vencedores y que si estamos de su lado, ¿quién podrá estar contra nosotros?.

febrero 12, 2010

campesino


La soledad y el silencio
le acompañaban en su quehacer diario.
Era como si el tiempo se detuviera
como si todas las cosas del mundo
ante su presencia se detuvieran.
El solo mirarlo inspiraba respeto.
Los años... ya no se detenían en su existir
pasaban en silencio y más a prisa que siempre
por que los ya existentes en su vida
se iban marchando uno a uno
en un viaje pasmoso y lerdo
cansados quizás de tanta espera.
El sol... ya no le quemaba su piel ajada y prieta
por que del cuerpo le emanaba
un sudor mezclado con ceniza y tierra
producto de tantos años desafiando tal inclemencia.
Era toda una existencia
sembrando y cosechando ilusiones
bajo la lluvia y el sol.
Su voz... su agónica voz... todos la escuchaban
memorizando cada palabra
memorizando cada letra.
Cuando él hablaba
la naturaleza toda
se silenciaba para hablar con él
y él... hablar con ella.
Era toda una existencia
cuya existencia era sólo sabiduría.
Era toda una existencia
como ella nunca otra.
Campesinos de Colombia
interpretes de la naturaleza.

Autor: Viraes

Para todos los campesinos de Colombia...

septiembre 14, 2009

EL CAMPESINO Y EL HACENDADO


Cierto día de un mes de abril, un humilde campesino cortaba leña en los terrenos de un rico hacendado. Este parecía observarlo detenidamente pero en realidad su rostro lleno de profunda tristeza perdía la mirada en el basto horizonte.
Pensaba con amargura en todo ese dinero que había malgastado en toda clase de lujos inútiles, en las millonarias apuestas que había perdido y la cantidad de parrandas y borracheras que cada fin de semana había tenido. Hoy día sólo tenía deudas, discusiones con la familia y mucho tiempo perdido con sus hijos. En ese momento otro campesino llegó a donde estaba el que cortaba leña y le dijo con gran alegría.
- " ¡Apúrele compa!, que su señora está de parto " -
El humilde campesino emocionado por tanta felicidad y confundido al mismo tiempo, se echó la leña al hombro y empezó a correr, unas veces trastrabillando, entre veces a punto de caer.
- " ¡Alijére su carga compa ", libérese de ese peso que lleva de más y corramos rápido para poder llegar a tiempo " - Dijo en otro campesino.
El que llevaba la leña la dejo caer y los dos corrieron como nunca antes en la vida.
El hacendado sintió que aquellas palabras tenían sentido en su vida, que penetraban hasta lo más sensible de su corazón. De inmediato se paró de donde estaba y se dirigió hacia la hacienda. En dos días había vendido todos esos lujos que tenía de más y que de nada le servían, en cuatro días había pagado la mayoría de las deudas y en una semana estaba completamente reconciliado con su familia.
Hoy es un hombre distinto, entregado a la hacienda y su hogar. Al igual que aquel campesino que a pesar de su humildad y pobreza todos los días le agradece a Dios por esa maravillosa bendición que le había dado, su primer hijo.
Autor: Viraes

mayo 15, 2009

EL ASNO TIENE SU DIGNIDAD


Ningún ser viviente en esta tierra es perfecto, pero a cada especie Dios la dotó de características y capacidades únicas, y a cada individuo de fortaleza suficiente para afrontar el diario vivir. Entre todos los organismos vivos sobresale el hombre, ha sido el mejor dotado en la tierra; capacidad de pensar, comunicación super-desarrollada, movimientos perfectos, ect. Pero, ¿tiene autoridad moral el ser humano para juzgar a los demás seres y comparar las debilidades propias con las de ellos?.
¡No!, y jamás ¡no!.
Hay una gran diferencia que separa al hombre de los demás seres vivos, es la capacidad de pensar, generar ideas y escoger nuestro propio camino. El resto de criaturas en la tierra no poseen tal desarrollo, basan su comportamiento en el instinto. Esto hace que cada individuo se comporte diferente, aun entre los de la misma especie, sus reacciones se deben a lo que han aprendido al interactuar cada día con la naturaleza y visto de sus padres.
He aquí llegamos al punto. El hombre ha estigmatizado muchos animales según lo que ve en ellos. Del que les quiero hablar, el asno, burro o jumento.
De él se dice que es flojo y que nunca quiere hacer su trabajo.
¿Será esto cierto?.
Entre todos los animales de la tierra, el más noble es el pobre burro, jamás se queja de la carga que lleva, aun si es muy pesada; jamás se opone al trabajo, aun si debe realizarlo todos los días y jamás de los jamases ha sido reconocida su labor.
Ahora, ¿qué animal en la tierra ha tenido el privilegio de llevar al rey de reyes y señor de señores, JESUCRISTO?.
Si Jesús escogió esta bestia para entrar como rey a JERUSALEM, ¿con qué autoridad te atreves tú a insultar si dignidad?. El mesías pudo entrar en un caballo adornado con plumas y aparejos de oro, pero no, lo hizo con humildad, sencillez, con vocación de servicio hacia los demás.
Si Dios permitió que su hijo JESÚS montara un borriquillo es porque este animal es digno de su grandeza.
Nosotros llegamos donde a Jesús por peso de nuestras culpas. Hacemos o dejamos de hacer por voluntad propia, asumiendo el fracaso o ahogándonos en él, con humildad ante la victoria u orgullo para nuestra perdición.
Jesús escogió un animal humilde para humillar a los que se engalanan de grandes y nobles, animal que hemos estigmatizado con injusta razón.